PALABRAS DE PEPE VIANO A PACO GONZÁLEZ JAÉN

Parece ser, que aflorar los sentimientos, el cariño y la admiración, no es bagaje usual del hombre, sin embargo, en esta ocasión, quiero hacer caso omiso de tabúes, y utilizar todos estos argumentos, porque el hecho y el personaje, lo merecen.
Me refiero con orgullo, a nuestro entrañable Paco González Jaén.
En la última comida, magnífica por cierto, tuve la suerte de sentarme justo al lado de Paco, pude ver fotos de su familia junto a él, en el momento cumbre de su logro, y pude ver también, esa medalla que con tanto mimo y esmero trataba. De pronto, comprendí la tremenda importancia que todo eso conllevaba.
Por eso, a fuer de ser sincero, encontré a faltar algo que hiciera justicia, y resaltase entre nosotros su personalidad preferente.
Su trabajo, su dedicación y sabiduría, han merecido el más alto reconocimiento, de quienes mejor saben juzgar y valorar esa labor y ese esfuerzo, otorgándole el galardón, en forma de nombramiento y medalla.
No pudimos compartir con él, ese momento álgido de su triunfo, pero es de justicia dedicarle ahora este instante, como devoción y homenaje.
Sea pues nuestra entrega en vez de medalla, corazón, y en vez de diploma, admiración.
Es persona insigne por su talla académica, casi hermano nuestro por vocación, humilde por naturaleza, y grande por su entrañable cercanía.
Ha sido capaz de hacernos posible presumir ante otros, por poder considerarlo algo nuestro, y tanto hemos presumido de él, que nada hemos dejado para que lo hiciera él mismo.
La esencia del mayor deseo de suerte, logros y triunfos, la encierran los franceses en una sola palabra, "MERDE". Con ella, conseguiste todo cuanto te deseamos.
Permíteme Paco, darte un abrazo de agradecimiento por ser como eres.
Pepe Viano.