La noticia
nos llegó el mismo día 17, fecha en la que el corazón de nuestro querido amigo Esteban dejó de latir. El dolor que experimentamos por su persona,
nos lleva a reflexionar, sobre el tiempo que disfrutamos de su compañía. Dotado
por Dios una gran inteligencia, trato afectuoso y don de gentes, se hizo querer
por todos los que le han conocido y tratado. Una de sus virtudes más destacadas
era su gran tenacidad y la alegría de vivir, que transmitió a todos sus
compañeros hasta los últimos momentos.
La vida hasta hace unos años le
presentó las dificultades propias, que todos los seres humanos padecemos, y él las sorteó con gran éxito. Alcanzada su jubilación perfectamente
estudiada y programada, tuvo que afrontar una desgracia familiar, que a su
esposa y a él marcó sus corazónes. No obstante Esteban y Lola mantenían sus
relaciones familiares y sociales con gran elegancia y presencia de ánimo.
Cuando nos reunimos para la
celebración de nuestro Cincuenta Aniversario, él fue uno de los colaboradores
más activos, su trabajo y actividad no
decayeron nunca, colaborando en todas
nuestras actividades. Su pensamiento y forma de ser quedó plasmado en un poema
que publicó en nuestro Blog, denominado
UNO CRECE, y que insertamos a continuación:
Imposible
atravesar la vida…
sin que un
trabajo salga mal hecho,
sin que una
amistad cause decepción,
sin padecer
algún quebranto de salud,
sin que un
amor nos abandone,
sin que
nadie de la familia fallezca,
sin
equivocarse en un negocio.
Ese es el
costo de vivir,
sin embargo,
lo importante no es lo que suceda,
sino como se
reacciona.
Si te pones
a coleccionar heridas eternamente sangrantes,
vivirás como
un pájaro herido incapaz de volar.
UNO CRECE
Uno crece cuando
no hay vacío de esperanza,
ni
debilitamiento de la voluntad,
ni pérdida
de fe. Uno crece cuando acepta su destino,
pero tiene
la voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece
asimilando lo que deja por detrás,
construyendo
lo que tiene por delante y,
proyectando
lo que puede ser el porvenir.
Crece cuando
supera, se valora y sabe dar frutos.
Uno crece
cuando abre caminos dejando huellas,
asimila
experiencias y ¡Siembra raíces!
Uno crece
cuando se impone metas sin
importarle
comentarios negativos ni prejuicios,
cuando da
ejemplo, sin importarle burlas ni desdenes,
cuando
cumple con su labor.
Uno crece
cuando se es fuerte por carácter,
sostenido
por formación, sensible por temperamento
y humano por
nacimiento.
Uno crece
cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas,
recoge las
flores aunque tengan espinas,
y marca
camino aunque se levante polvo.
Uno crece
cuando se es capaz de afianzarse,
con residuos
de ilusiones,
capaz de
perfumarse con residuos de flores y de
¡Encenderse
con residuos de amor¡
Uno crece
ayudando a sus semejantes,
conociéndose
así mismo y,
dándole a la
vida más de lo que recibe.
Uno crece
cuando se planta para no retroceder,
cuando se
defiende como águila para no dejar volar,
cuando se
clava como un ancla y se ilumina como una estrella.
Entonces …
¡UNO CRECE!,
y se da
cuenta de lo maravilloso que es vivir.
No dejes que
se pase tu vida, no pierdas tu valioso tiempo,
deprimido
porque algo no salió como tu esperabas
Úsalo para
enseñar a quien necesita el valor de ser fuerte,
y luchar por
concretar sus metas,
dándole el
verdadero sentido a la vida.
Esteban
Ortega
Su voluntad y ánimo de lucha quedaron minados por una grave
enfermedad que le surgió a finales del año 2011, que le obligó a sufrir una
operación muy compleja, que superó. En
cuanto se lo permitió su recuperación volvió a sus actividades, que fueron
interrumpidas por una complicación que le obligó a volver a ser operado en el
verano de 2012. En el otoño volvió a asistir a alguna de nuestras comidas.
Durante todo 2013 a pesar de su buena voluntad, la enfermedad ha seguido su cauce hasta el
desgraciado final. Detrás de este proceso se encuentra una gran mujer, su
esposa que en todo momento, ha sido el soporte que le ha motivado en su deseo
de vivir.
De forma unánime, todos los
miembros de nuestro grupo se han unido en las manifestaciones de pésame,
incluso los compañeros que viven fuera de Málaga tales como: Antonio Pérez
Peña, Antonio Faz Gómez, José Martos Gutiérrez, Ginés Ramis Ferrándiz, Javier Gordillo Martín y Francisco Minguet
Ortíz han enviado sus manifestaciones de dolor, tanto verbalmente como por
escrito. En nuestros contactos todos han
recordado instantes vividos con nuestro compañero.
Todos conocemos que Esteban era un hombre de Fe, manifestada de forma
explícita en su cofradía de la Expiración, de la que era un miembro destacado,
por eso, le decimos: “Hasta la vista amigo”
Promoción
del Colegio de los H.H. Maristas de Málaga del año 1957